Leví acoge el paso de la misericordia en su vida, en su casa, y quiere compartir con los demás la alegría de este encuentro transformador, de manera que se convierta en motivo de acción de gracias para muchos: «Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros» (v. 29).
Que este tiempo de Cuaresma nos ayude a tener la experiencia de sentirnos pecadores perdonados por el Dios de la alegre misericordia.
FELIZ DÍA A TODOS…